Diversidad cultural en las empresas: factor Expat

Los tratados de libre comercio, la expatriación, la apertura de proyectos internacionales, el avance de las tecnologías y la necesidad de nuevos talentos jóvenes, han sido algunos de los factores principales que han exigido no tan sólo a los países, sino que también a las empresas a adoptar nuevas normas que protejan y respeten la variedad de gustos, costumbres y culturas.

Cada vez hay más compañías que apuestan por la internalización de sus negocios y en las transacciones entre países. Hay numerosos estudios y ejemplos que avalan que una de las mejores formas de poder crecer en un mercado globalizado es contando con una diversidad cultural dentro de la misma compañía.

Aparte de la multiculturalidad, que pretende unir un equipo de trabajo con distintas ideas, se intercambian diferentes formas de pensar y diferentes valores. Su heterogénea composición, al estar formadas por personas de distintos países, culturas, experiencias, idiomas, grupos de edad y géneros, exige nuevas formas de cooperación, incluso en el ámbito de la gestión de conflictos.

Varios estudios ponen de manifiesto los beneficios de la gestión de diversidad cultural, que a nivel general pueden agruparse en:

• Fortalecimiento de la cultura de la organización.

• Mejora de la reputación de la compañía.

• Contribución en la atracción y retención del talento.

• Incremento de la motivación, el compromiso y, por tanto, la eficiencia de la plantilla.

• Aumento de la innovación y creatividad en toda la organización.

• Agilidad en proyectos internacionales.

No obstante, no debe la diversidad cultural ser considerada exclusivamente como un medio para lograr tan valiosos beneficios, sino que tiene que emanar de un interés auténtico por parte de la organización para conseguir crear un entorno organizativo diverso donde se valoren las diferencias personalidades, como un fin en sí mismo.

¿Cuál es la función de Recursos Humanos?

Tal y como hemos comentado en otros posts, la misión de este departamento es implantar y gestionar nuevos modelos de reclutamiento y del manejo de talento, de forma que beneficien tanto al personal como a la empresa y es importante saber como gestionarlo para generar que los nuevos empleados  logren adaptarse a la empresa y que el resto de la plantilla logre integrar a estos nuevos miembros del equipo.

Otra alternativa para contratar talentos jóvenes es a través de programas de intercambio estudiantil, estudios superiores en el extranjero. Las empresas deben de considerar que este grupo de trabajadores quieren enfrentarse a retos y aprender algo nuevo cada día y eso se consigue en gran medida al tener la oportunidad de interactuar con compañeros de distintos orígenes.

A la hora de generar un ambiente laboral dinámico, las técnicas de gamificación suelen ser muy productivas. 

En el caso de una expatriación, esta muy bien valorado que el empleado desplazado tenga una formación intercultural previa y durante su estancia para lograr una integración adecuada. 

Sin lugar a dudas, hoy en día la multiculturalidad es una ventaja competitiva y favorece el liderazgo global en las empresas.