La formación intercultural: factor clave para el éxito de una expatriación
Las empresas que incorporan un programa de formación intercultural a sus políticas de expatriación consiguen que cerca de un 80% de sus expatriados finalicen su asignación en el plazo previsto, mientras que los proyectos que no contemplan la preparación cultural del empleado para su nuevo entorno, llegan apenas a 60% de éxito.
Los principales motivos por lo que una asignación internacional finaliza antes de tiempo son: por necesidades de la empresa, por problemas de salud del empleado, por circunstancias personales y/o familiares del empleado y por la falta de adaptación al país de destino.
Previo a un proyecto de internacionalización, las empresas puede visualizar varios retos y ventajas en el nuevo mercado, como podría ser la logística, el mercado laboral, las rutas de comercio y expansión, las políticas fiscales del nuevo destino, entre otras. Pero deben tomar especial consideración a un factor trascendental; la cultura. Es importante estar consciente de que los patrones de conducta, los comportamientos sociales, el idioma y muchos otros factores que definen una relación de negocio, de trabajo y de vida en el extranjero son totalmente distintas a la propia.
Imagina ser un ingeniero japonés expatriado a Bolivia o una gerente mexicana expatriada a Corea, por más atractiva que sea la oferta económica o la aventura misma de la expatriación, es importante evaluar los parámetros del choque cultural. Existen expatriaciones a destinos remotos, y puede que estos ejemplos parezcan extremos, pero las diferencias culturales se pueden dar incluso entre países vecinos como España con sus países adyacentes, Portugal, Francia y Marruecos, donde la cultura es totalmente distinta.
Es común pensar que una asignación internacional puede equivaler a un viaje largo y que los retos consisten únicamente en encontrar vivienda y realizar los trámites migratorios, sin embargo, el éxito del proyecto depende en gran parte en la adaptación que el empleado pueda tener en su nuevo destino, en la facilidad para solventar y solucionar las situaciones que se presenten en el día a día, donde la comunicación suele ser un factor trascendentales para la negociación, fluidez, liderazgo y desempeño con sus compañeros de trabajo, superiores, empleados a cargo, clientes, proveedores, etc. Esta comunicación y estas relaciones no tienen la misma mecánica en América, Asía, Europa o el Medio Oriente.
¿Cómo conseguir una adaptación efectiva en el país de destino?
La formación intercultural previa y durante la expatriación son la respuesta, no solo para el expatriado sino para su familia, ya que la estabilidad familiar es un factor sumamente importante para el expatriado. Una buena formación intercultural debe contemplar:
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Una guía del país de destino; que contemple las características socioeconómicas, políticas y socioculturales. Es imprescindible que esta guía contemple la realidad del nuevo destino, y que mencione detalladamente características dominantes como la religión, la alimentación, el sistema de salud, la educación, entre otros, para que el expatriado tenga una idea objetiva del entorno en el que vivirá. Esto ayudará a gestionar las expectativas del expatriado.
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Formación del idiomas; Además de la importancia del idioma, cabe destacar que si el expatriado viaja con hijos, en muchos destinos los niños necesitan un nivel mínimo del manejo del idioma para poder ser aceptados en las escuelas.
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Sesiones de coaching; que contemplen desde los aspectos más básicos de la vida cotidiana hasta técnicas de negociación y liderazgo.
Lo ideal es dar inicio a la formación un tiempo antes de la expatriación. También sería conveniente apoyar al empleado y su familia con asistencia psicológica en caso de que lo necesitaran, ya que una expatriación conlleva situaciones que pueden generar mucho estrés.
El testimonio de un Expat que finalizó su expatriación antes de lo previsto indica:
«Aparte de mi experiencia y mi calificación técnica y profesional para desarrollar mi trabajo fuera de España, he llegado a entender que debería ser el factor menos decisivo para la selección, el choque cultural es un reto aún más complejo de afrontar, ¿alguna empresa se ha molestado en considerar si la cultura del país de destino es compatible con la personalidad, valores o circunstancias personales del empleado? No tenía ni idea de lo que me podía encontrar al llegar, no digo que den todo hecho, pero algo de información podría haberme apoyado.»
Por todo ello, una buena formación intercultural y una preparación objetiva para afrontar con certeza los retos del nuevo destino, son claves para asegurar el éxito de una expatriación.
Por Abraham Díaz – Sales Manager – Expat Advisors
En Expat Advisors nos sentimos orgullosos de contar con una trayectoria que nos ha permitido apoyar proyectos empresariales de internacionalización en más de 375 ciudades y más de 125 países. Nuestros servicios de Movilidad Global Corporativa contemplan a detalle la asesoría, consultoría y gestión integral de expatriados destinados a cualquier ciudad del mundo.
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